domingo, 4 de diciembre de 2016

Desencuentros, por Marina Martínez Iglesias




Tengo que confesaros un secreto… no me gustan los blogs. Sí, asumo cualquier comentario o crítica que queráis hacer al respecto, pero eso no cambiará mi animadversión recelo hacia ellos. Sólo tuve durante unos meses un diario personal y acabé por dejarlo debido a la vergüenza ajena que me despertaban mis propias palabras. Así que esto me va a costar un poco, aunque espero ir soltándome con el paso de las semanas...

A este “problemilla” con las bitácoras de Internet hay que sumarle otros “problemillas” derivados del trabajo en grupo. Es verdad, todos sabemos que los trabajos en grupo son complicados, y más, si eliges a tus compañeros de viaje a ciegas y no puedes quedar con ellos en persona para discutir con tranquilidad todo aquello referido al trabajo. Cada uno venimos cargados con una mochila de experiencias personales, formas de trabajar, opiniones indiscutibles, y un sinfín de cosas que a veces nos impiden ponernos de acuerdo y seguir con el trabajo. Y sí, en nuestro grupo tenemos nuestros discusiones desacuerdos, como en cualquier familia.

Entenderéis, pues, por qué he tardado tanto en escribir mi primera entrada en nuestro blog. Me hubiese gustado mucho más hablar de lo bien que nos llevamos y del buen trabajo que estamos haciendo juntos, pero no es así. No obstante, tengo que reconocer que mis compañeros son buenos trabajadores y que, pese a los problemas arriba referidos, hemos conseguido entregar a tiempo cada uno de los ejercicios. Y tened por seguro que acabaremos con éxito nuestro proyecto. Porque otra cosa no, pero tozudos voluntariosos somos un rato.

Feliz tarde de domingo!

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