Tengo
que confesaros un secreto… no me gustan los blogs. Sí, asumo
cualquier comentario o crítica que queráis hacer al respecto, pero
eso no cambiará mi animadversión recelo hacia ellos. Sólo tuve durante
unos meses un diario personal y acabé por dejarlo debido a la
vergüenza ajena que me despertaban mis propias palabras. Así que
esto me va a costar un poco, aunque espero ir soltándome con el paso
de las semanas...
A
este “problemilla” con las bitácoras de Internet hay que sumarle
otros “problemillas” derivados del trabajo en grupo. Es verdad,
todos sabemos que los trabajos en grupo son complicados, y más, si
eliges a tus compañeros de viaje a ciegas y no puedes quedar con
ellos en persona para discutir con tranquilidad todo aquello referido
al trabajo. Cada uno venimos cargados con una mochila de experiencias
personales, formas de trabajar, opiniones indiscutibles, y un sinfín
de cosas que a veces nos impiden ponernos de acuerdo y seguir con el
trabajo. Y sí, en nuestro grupo tenemos nuestros discusiones desacuerdos,
como en cualquier familia.
Entenderéis,
pues, por qué he tardado tanto en escribir mi primera entrada en
nuestro blog. Me hubiese gustado mucho más hablar de lo bien que nos
llevamos y del buen trabajo que estamos haciendo juntos, pero no es
así. No obstante, tengo que reconocer que mis compañeros son buenos
trabajadores y que, pese a los problemas arriba referidos, hemos
conseguido entregar a tiempo cada uno de los ejercicios. Y tened por
seguro que acabaremos con éxito nuestro proyecto. Porque otra cosa
no, pero tozudos voluntariosos somos un rato.
Feliz tarde de
domingo!
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